DESCENDIENTES DE DON JOSÉ IGNACIO
DE FIGUEROA: EL CONDE DE ROMANONES
JOSÉ I. DE FIGUEROA Y MENDIETA
Tras
la muerte de este importante llerenense, el imperio económico de los Figueroa
fue absorbido por la gran banca internacional Rostchild, que por esas fechas
monopolizaba la actividad minera y de transporte en España, financiando la
construcción de importantes líneas ferroviaria.
En
efecto, dejó el llerenense cinco hijos: cuatro varones y una mujer:
Francisca,
la primogénita, nacida en Marsella en1855, casó con el Conde de Almodóvar.
José,
nacido en Marsella en1857, se convertiría en el conde de Irueste y casaría con
Rosario Loring Heredia, la hija de uno de sus socios malagueños.
Gonzalo,
nacido en Madrid en 1861, ostentó el título de Conde de Mejorada.
Álvaro,
nacido en Madrid en 1863 y casado con Casilda Alonso Martínez, ostentaría el
título de Conde de Romanones.
Y
Rodrigo, que recibiría el título de marqués de Tovar.
Todos
los citados fueron personajes importantes en las primeras décadas del XX, pero,
sin duda, hemos de destacar al conde de Romanones, Álvaro de Figueroa y Torres,
probablemente el personaje más influyente de la triste monarquía de Alfonso
XIII (1886-1931)
EL CONDE DE ROMANONES
Según
www.biografiasyvidas.com/biografia/r/romanon, Álvaro de Figueroa y Torres (Madrid,
1863-1950), I conde de Romanones, fue uno de los políticos españoles de más influencia durante
el desastroso reinado de Alfonso XIII. Estudió Derecho en Madrid y Bolonia y casó
con la hija de un importante dirigente liberal, Manuel Alonso Martínez, que le
apadrinó en sus primeros escarceos en el campo de la política, actividad en la
que se inició en 1890.
LA CONDESA DE ROMANONES
Gracias
a su fortuna familiar, se hizo de un periódico propio (El Globo) y de una red
clientelar adicta, fuertemente arraigada en la provincia de Guadalajara, su
feudo electoral, en donde se manifestó como hábil maestro en el manejo del
caciquismo, en la manipulación electoral y en las componendas típicas de la
política oligárquica de la Restauración; su buen entendimiento con Alfonso XIII
reforzó su liderazgo en el partido, que no obstante hubo de compartir con su
rival, García Prieto.
ROMANONES PRESIDENTE DEL GOBIERNO
En
efecto, sin abandonar nunca los negocios mineros de los Figueroa, se hizo con
el mando del Partido Liberal tras la muerte en 1903 de Sagasta, su fundador. Para
entonces ya había sido alcalde de Madrid (1894 y 1898) y ministro de Instrucción
Pública (1901-02). A continuación, pasó por casi todas las carteras
ministeriales: Fomento (1905), Gobernación (1905-06), Gracia y Justicia (1906,
1913, 1918 y 1922-23) y Estado (1916 y 1918). Aparte, fue presidente del
Congreso y del Senado, y presidió tres veces el gobierno: 1912-13, 1915-17 y
1918-19.
Tras el golpe de Estado de Primo
de Rivera que acabó con el régimen constitucional (1923), se atrevió a visitar
al rey como último presidente del Senado, para recordarle su obligación de
reunir las Cortes suspendidas por el dictador. La negativa de Alfonso XIII no
quebrantó su fe monárquica: después de la caída de la dictadura aceptó formar
un gobierno (nominalmente presidido por el almirante Aznar, con Romanones como
ministro de Estado) para intentar salvar la Monarquía restableciendo el sistema
constitucional (1931); fracasado este objetivo, Romanones escoltó personalmente
al rey hacia su destierro.
ALFONSO XIII ABANDONA ESPAÑA
Una vez que Alfonso XIII abandonó
el país tras incendiarlo, Romanones siguió participando en política como
diputado de las Cortes constituyentes de la Segunda República (1931), en donde
defendió la figura del rey destronado.
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